05-10-11 Lugar: Hotel Savoy Inn, Quito, Ecuador.

Comunicación: 05-10-11

Lugar: Hotel Savoy Inn, Quito, Ecuador.

Antena: Tell-Elam

 

Si somos vuestros hermanos guías en misión en contacto con los grupos de Ecuador.

Salgan que el lugar los encuentre preparados para sentir y ver, conscientes de que la preparación les llevará al lugar adecuado. Allí observaran a las aves , en el lugar el canto les resultará familiar ; viene acompañado de un mensaje para éste tiempo.

Intercalen los lugares para las salidas con aquellos otros sitios que están marcados desde la antigüedad.

En Colombia durante el mes de Agosto será el tiempo para que vayan siete personas y conecten con el disco solar y la Hermandad Blanca. Los Maestros de la Tierra se ofrecerán a guiarlos hasta el lugar.

En Costa Rica desde hace mucho se os aguarda en los Guayabos, denle cumplimiento a ese llamado , el mismo vendrá acompañado de mucha información y experiencias muy intensas que requerirán de uds valor y discernimiento.

En España salgan tanto a Gerona como a Peñagoloza y al Pirineo, háganlo en Junio que allí estaremos con uds apoyándoles.

Sobre un posible encuentro mundial de contacto que nos consultan para ser realizado en el Ecuador en el 2012, les decimos que los acontecimientos mundiales les harán saber que hacer , cuando, donde y con quienes. No podemos adelantarles nada al respecto porque es ahora impredecible. Aguarden y verán que todo se aclarará y sabrán hacer lo más conveniente.

Con amor Sampiac.

 

 

Comentarios: Después de recibido éste mensaje se confrontó con otro recepcionado en la misma reunión y captado por nuestro hermano Daniel García de Quito , el que hacía referencia a una salida hacia la zona de Tulipe, por lo cual se decidió hacer la salida no a Mojandas, como estaba previsto originalmente, por estar la zona enfrentando un temporal de lluvias y bajas temperaturas, y mas bien dirigirnos hacia el nor occidente , camino a Esmeraldas.

La salida se realizó como una expedición a la zona arqueológica de Tulipe y seguir más allá , por lo cual tuvimos que pasar por localidades como Nanegalito, Tulipe, La Esperanza y El Chontal., terminando mágicamente en una cueva de los pájaros Tayos que son como gavilanes que viven en la total oscuridad de las cavernas. Esta cueva se encontraba en una zona arqueológica a dos horas de Quito ya del lado selvático. La cultura que allí floreció se llamaba «YUMBO», y para familiarizarnos con la zona y la cultura local, visitamos primero el museo de sitio de Tulipe donde hay interesantes y ancestrales piscinas ceremoniales para baños rituales, que a la vez servían de espejos astronómicos para observar el cielo de día y de noche. Toda esta zona quedo cubierta por la ceniza volcánica en el 1600 D.C cuando erupcionó el volcán Pichincha.

En el museo de Tulipe pudimos ver reproducciones de los petroglifos que se extienden por la zona y que nos sorprendieron por ser estos idénticos a los agroglifos que vienen apareciendo en Inglaterra , con círculos concéntricos, espirales, etc. Y que también se asemejan a los petroglifos de Huaro en el Cusco que poseen una antigüedad superior a los 2000 años, y coinciden con los petroglifos del muro de Pusharo en Paititi.

Por todos lados en la selva hay «TOLAS» que son pirámides trapezoidales de Tierra sobre las que se construían las aldeas o cabañas de los caciques. Todo el paisaje es selvático, verde y muy bello, pero lamentablemente lo están arrasando con la tala indiscriminada , el cultivo y la ganadería no planificada. Realmente es de una belleza sin igual , con cascadas, ríos, árboles altísimos y flores exóticas, así como todo tipo de animales e insectos.

Pudimos establecer una bella amistad con Don Hugo Morales dueño de la finca donde esta la cueva , él nos enseñó una serie de piezas antiguas de la cultura Yumbo que había descubierto al arar su campo tropezando con una Tola indígena; posteriormente nos mostró la escultura del dios “TAYO”, una figura de cerámica zoomorfa y antropomorfa de un hombre con cabeza de pájaro Tayo. El la había hallado al final de un camino indígena que llegaba a la boca de la cueva.

El mismo señor Morales nos condujo y ayudó a bajar colocando arneses a las personas que lo solicitaron para descender con larguísimas escaleras de cañas bambúes paralelas a hermosas y refrescantes cascadas en el interior de la cueva, donde el canto (graznidos de los Tayos) resultó familiar a mas de uno , como decía la comunicación. Pudimos bajar a lo largo de tres profundos niveles, siempre por larguísimas escaleras y en el segundo y el tercer nivel estuvimos a pocos metros de los nidos de los Tayos, observando muy de cerca sus crías y el vuelo sobre nuestras cabezas de las aves adultas protegiendo su entorno. Sentimos en el lugar una gran alegría, respeto por la naturaleza , y la necesidad de interiorizar esa comunión con la vida.

De allí volvimos a subir por las escaleras, para caminar luego por la montaña y luego descender durante largo rato hasta llegar a la otra boca de la cueva. Allí la cascada es de gran belleza y se pudo apreciar la presencia del lado izquierdo de un corazón plasmado o grabado en la pared de toba volcánica, que nos hizo recordar de inmediato al Paititi, lo cual tomamos con una señal confirmatoria.